En México, las personas con discapacidad recluidas se encuentran, en su mayoría, en los espacios destinados a la población general. No ocurre así con las personas con discapacidad intelectual y psicosocial, las cuales han sido aisladas, históricamente, en dormitorios o estancias psiquiátricas, incluso, tras haber sido declaradas «inimputables». La existencia de estos espacios es problemática desde un enfoque de los derechos humanos, se contrapone con las leyes vigentes y aumenta el riesgo de otras violaciones de derechos.
En este contexto, el informe pretende mostrar un panorama general sobre las condiciones en las que viven las personas con discapacidad intelectual y psicosocial que se encuentran en las cárceles del país. Dada la escasa literatura existente, su fuente principal son las solicitudes de información pública realizadas por Documenta y dirigidas a las autoridades penitenciarias de las 32 entidades federativas.