El periodismo juega un rol crucial en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos, particularmente en el combate a la tortura en México. Los periodistas, a través de su labor de investigación y difusión de información, exponen los abusos ilegales del poder y presionan a las autoridades para que tomen medidas correctivas.
En un país donde la tortura ha sido utilizada frecuentemente como herramienta de intimidación y extracción de confesiones, como castigo contra las disidencias y como forma de discriminación, el trabajo periodístico se convierte en un baluarte esencial para la transparencia y la justicia.
Las terapias de conversión son Tortura. Fotografía: Cuartoscuro
Mediante reportajes detallados y bien documentados, los periodistas no solo sensibilizan a la ciudadanía sobre estos abusos, sino que también proporcionan evidencia clave que puede ser utilizada en procesos judiciales y en la implementación de políticas públicas efectivas.
La tortura en México es una práctica generalizada. Entre 2019 y 2022 los organismos de derechos humanos del país han acumulado más 9.500 quejas por tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Desde 2019, se han iniciado en todo el país más de 27,000 investigaciones por torturas cometidas por autoridades.
Hasta la fecha más de 250 periodistas se han beneficiado de las actividades de la red de Periodistas contra la tortura.
La labor del periodismo es indispensable para visibilizar estas situaciones y contribuir a su erradicación. A través de una cobertura constante y comprometida, los medios de comunicación pueden impulsar cambios significativos en la sociedad y en las estructuras de poder, promoviendo el respeto y la protección de los derechos humanos para todos los ciudadanos.
Para lograrlo, Documenta creó en 2021 la red “Periodistas contra la tortura”, un proyecto que se ha consolidado a través de talleres formativos y acompañamiento en investigaciones con medios y periodistas independientes.
Programa de acompañamiento 2024
A mediados de 2024, la red Periodistas contra la Tortura lanzó un programa de investigaciones relámpago de 30 días, con un enfoque claro en la defensa de los derechos humanos frente a las violencias institucionales. Este programa sigue estrictos lineamientos que aseguran un adecuado encuadre legal de la tortura, el respeto a la dignidad, intimidad, imagen, datos personales y la presunción de inocencia de las personas, un enfoque periodístico de derechos humanos y género, y un énfasis testimonial.
En julio, estas investigaciones culminaron en una serie de artículos que te presentamos a continuación: