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Reinserción Laboral con perspectiva de género y derechos humanos

“Las mujeres no reinciden”, el índice de reincidencia en mujeres es 0.25%: ODPRS;

Dar trabajo a las mujeres que estuvieron privadas de la libertad, no sólo las fortalece a ellas, sino también a su nucleo familiar: Raquel Aguirre, La Cana.

El pasado 28 de junio se llevó a cabo el Foro Inserción laboral con antecedentes penales: miradas y desafíos desde una perspectiva de género y derechos humanos, en el que mujeres liberadas, sociedad civil, organismos internacionales y gobierno se pusieron en la mesa temas relacionados a la reinserción social de las mujeres que cumplieron con una pena privativa de la libertad.

En su participación mujeres que salieron de prisión compartieron su experiencia en cuanto a reinserción laboral y como el estigma de haber cumplido una pena privativa de la libertad afecta sus oportunidades de vida una vez que salen de cárcel.

Sandra, quien enfrentó una pena privativa de la libertad en el penal del Altiplano, contó su caso en el que derivado de una situación de violencia contra ella promovió una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), oficio que resultó en una recomendación, por lo que ahora al buscar su nombre en internet, los primeros resultados la relacionan con su estadía en dicho centro penitenciario, estigma que le impide la obtención de empleo, o la renta de inmuebles, lo que obstaculiza su reinserción social  y laboral.

Durante su intervención Natasha dijo que salir de prisión “es un contrachoque emocional y psicológico” y que pasan cerca de dos meses fuera hasta que empiezan a “aterrizar” y tomar conciencia de su nueva vida fuera de cárcel. Señaló que encontrar trabajo saliendo de prisión “es imposible”, ya que además de los obstáculos sociales, se encuentran en una situación emocional que les impide poder trabajar de inmediato.

Con esto coincidió Durante la Dra. Teresa Inchaústegui, directora del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (InmujeresCDMX), quien sentenció que en cuanto a la reinserción laboral de las mujeres liberadas “el panorama no puede ser más devastador”, esto debido a la falta de oportunidades de empleo.

La titular del Inmujeres también comentó que es importante la prevención del delito mediante la oferta de oportunidades de trabajo para las mujeres, antes de que entren en conflicto con la ley y explicó que si bien es necesario fortalecer las condiciones del trabajo penitenciario, es también importante dar las mismas condiciones laborales afuera de las cárceles.

Del lado del sector empresarial, la chef y dueña de restaurantes Gabriela Cámara, compartió su experiencia como empleadora de personas con antecedentes penales en el restaurante Cala, en San Francisco, California, donde hasta un 75% de su personal ha salido de cárcel. Alentó a sus colegas del sector a que brinden oportunidades reales de empleo a personas en esta situación.

En su participación, Xiuh Tenorio, también del ramo restaurantero, sentenció que “no contratar a alguien con antecedentes es discriminación”, ya que actualmente no hay una legislación que permita tal práctica.

El chef y empresario además reflexionó que en México “tenemos que dejar de castigar con penas privativas de la libertad” ya que “seguir apostando a la prisión es absurdo”, y agregó que es necesario un cambio de paradigma en ese sentido.

La Mtra. Maissa Hubert Chakour, explicó las características del cambio de paradigma que trajo la nueva Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP), en cuanto a reinserción. Detalló que la LNEP garantiza para personas en situación de cárcel el acceso a la capacitación laboral, el derecho al trabajo y a una remuneración.

Al respecto de la LNEP Inchaústegui, durante su exposición aseguró que “hace falta una gran iniciativa social y gubernamental” para llevar a cabo la implementación de esta ley garantiza mejores condiciones de vida para las personas en contextos de cárcel en México.

Por su parte, la Dra. María Dolores García Eslava del Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (ODPRS), declaró que “las mujeres no reinciden”, ya que según estadísticas de esa dependencia, el índice de reincidencia en mujeres es 0.25%.

Hubert Chakour, también dio estadísticas sobre el perfil de las mujeres que están en prisión en la Ciudad de México, detalló que una tercera parte (33%) están por robo y un 82% son primodelincuentes.

Entre las expositoras también estuvo Raquel Aguirre García, Directora de La Cana, una iniciativa para la creación de oportunidades para las personas que se encuentran en prisión, impulsada por un grupo de mujeres preocupadas por la falta de políticas eficaces para lograr la reinserción en la sociedad de las personas privadas de la libertad en México.

Aguirre García mencionó que dar trabajo a las mujeres que estuvieron privadas de la libertad, no sólo las fortalece a ellas, sino también a su nucleo familiar. Detalló que para que la reinserción sea exitosa es necesaria la convergencia de voluntades entre las mujeres liberadas, el sector empresarial y las autoridades correspondientes.

Este Foro fue organizado por Documenta, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ, de la Universidad Iberoamericana, Puebla y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, con apoyo del Museo Memoria y Tolerancia para generar un espacio de reflexión y propuestas con actores clave a fin de establecer estrategias y espacios de coordinación interinstitucional en materia de trabajo y capacitación para la reinserción social de las mujeres privadas de la libertad desde una perspectiva de género y derechos humanos.

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